Meditación: la mejor medicina

La meditación es, sin duda, la mejor y más natural forma de medicina. No tiene efectos secundarios y es absolutamente gratis. Por lo tanto, ¿por qué no consideras probarlo hoy? 

 

Cuando se menciona la palabra "salud", la mente comienza a visualizar automáticamente jeringas, píldoras, cápsulas, goteos, enfermeras y la lista es interminable. Sin embargo, es sorprendente saber que todo esto representa un pequeño porcentaje de lo que realmente es la salud. Incluso si su cuerpo está 100% en forma (bastante raro, si no imposible), pero su vida social, mental y psicológica es insuficiente, entonces no califica para ser llamado saludable. Antes de pensar en matarme por este duro comentario, debe saber que así es como define la salud la organización mundial de la salud. 

 

Cuando entras en el modo de meditación, el cuerpo se acelera. Estos ritmos reducen la presión sanguínea al relajar el corazón y los tejidos cardíacos circundantes. Además, los músculos de los vasos sanguíneos se relajan junto a otros músculos del cuerpo. Como resultado, las personas con presión arterial alta se relajan a medida que su presión se reduce a un punto en el que es normal y saludable. Cuando esto sucede, una serie de otros cambios comienzan a suceder en el cuerpo. 

 

La adrenalina se libera en menores cantidades, y la persona se relaja más y los órganos del cuerpo tienen un riesgo menor que antes. Cuando se liberan sustancias más útiles y saludables en el cuerpo, la inmunidad aumenta porque se están formando las células correctas. 

 

El trabajo de la meditación es muy simple y al grano. ¿Qué te sucede cuando tienes dolor abdominal y pasas diez minutos enfocándote en el dolor? Parece aumentar y termina siendo grave. La meditación funciona de la misma manera solo para garantizar que se obtengan resultados positivos. Cuando haces meditación, piensas en algo específico, por ejemplo, un órgano. 

 

Sin embargo, no piensas en cuán enfermo está el órgano o la parte del cuerpo. Deliberadamente tienes pensamientos pacíficos hacia el órgano. Cuando hace esto, los vasos sanguíneos contraídos se relajan y se abren, y aumenta el flujo de sangre a este órgano o parte del cuerpo. La sangre transporta oxígeno y nutrientes al órgano y los tejidos, y también se va con todos los desechos y toxinas en el órgano o los tejidos. No hace falta decir que se ve una mejora.