Conocimiento versus sabiduría: hay una diferencia

La búsqueda del conocimiento en algunas culturas es sinónimo de honrar a la familia. Los que enseñan conocimiento son muy respetados. Ciertamente es correcto que el conocimiento empodera a las personas y hay innumerables ejemplos de personas que al obtener una educación han influido en su generación de alguna manera o han cambiado el curso de su sociedad o incluso su mundo. 

 

Sin embargo, por virtuoso que sea tener conocimiento, sin sabiduría, el conocimiento puede ser peligroso en el peor de los casos, o una pérdida de tiempo en el mejor de los casos. La sabiduría se define mejor simplemente como conocimiento aplicado. Es la capacidad de tomar lo que se conoce del mundo y de las personas, las cosas y los lugares, y tomar decisiones basadas en ese conocimiento. El conocimiento conoce los hechos acerca de algo, pero la sabiduría sabe mejor cómo aplicar esos hechos al mundo real y agregar una comprensión de lo correcto y lo incorrecto a ese conocimiento. 

 

Sin sabiduría, el conocimiento puede ser peligroso. Puede conducir a defectos de carácter como la vanidad y el egoísmo. Sin sabiduría, a menudo hay poco concepto de las consecuencias de usar el conocimiento sin tener en cuenta a los demás o el impacto en lugares y cosas. El conocimiento a menudo puede conducir a acciones subjetivas, mientras que la sabiduría ha aprendido a ser objetiva y a considerar que hay dos lados en cada historia. 

 

Las personas que hablan con sabiduría a menudo son muy buscadas por sus consejos. Las personas no solo quieren saber que pueden leer en un libro o aprender por sí mismas. Las experiencias y el conocimiento de la vida proporcionan una combinación fuerte que las personas sabias poseen a menudo y es porque ellos mismos han aprendido a aplicar la sabiduría a una situación que otros buscan consejo. Existe una creencia común de que la sabiduría viene con la edad o la experiencia. Esto tiene su base en este entendimiento de que en nuestras experiencias de vida aprendemos a poner nuestro conocimiento en acción de una manera relevante. 

 

Hablando prácticamente, todos podemos aprender a ser sabios. Podemos beneficiarnos de aprender de un mentor que nos puede guiar a pensar profundamente sobre nuestra vida, las cosas que sabemos y aprendemos y las circunstancias y eventos que dan forma a nuestras vidas. A medida que consideramos estas cosas en relación con su efecto en nuestra propia vida y la vida de los demás y aprendemos a aplicarlas en otras situaciones, estamos en el camino hacia la verdadera sabiduría.