¿Cómo la autoestima afecta nuestra confianza?

Nuestra confianza en uno mismo tiene un profundo efecto en nuestra confianza y en la calidad de nuestras vidas. Si una persona cree que carece de habilidades básicas para resolver problemas, entonces puede desanimarse y darse por vencido. Por el contrario, una persona que tiene menos habilidades pero que cree en sí misma tiene muchas más posibilidades de tener éxito. Esto se debe a que su confianza en sí mismo le da la confianza para intentarlo. 

 

¿Alguna vez te has preguntado por qué solo unos pocos estudiantes en una clase hacen preguntas? ¿Es porque los otros han entendido todos los puntos hechos durante una conferencia? ¿O es porque les falta confianza para hacer una pregunta? La mayoría de las veces, es el miedo a hacer el ridículo lo que impide que los estudiantes hagan preguntas. En otras palabras, carecen de confianza en sí mismos. La única forma en que esta confianza puede mejorar es cuando comienzan a creer en sí mismos. 

 

Por eso es tan importante la autoconfianza. Le da al individuo la confianza para apuntar a la luna. Abruma los pensamientos negativos y aleja el miedo al fracaso. Es el mejor antídoto contra la autoflagelación, lo que convierte a varias personas con talento en personas de bajo rendimiento. Les da a los estudiantes la confianza de que no tienen nada que perder. Por el contrario, se dan cuenta de que tienen mucho que ganar haciendo una pregunta, incluso si resulta ser una pregunta tonta. 

 

Abraham Lincoln es un buen ejemplo de un hombre que creía en sí mismo. Perdió todas las elecciones hasta que fue al Senado y se presentó para el cargo de Presidente. No permitió que sus fracasos en la vida profesional y personal erosionaran su autoconfianza. Si lo hubiera hecho, la historia de los Estados Unidos habría sido diferente. 

 

La autoconfianza nos da la confianza para aceptar el fracaso. Nos enseña la importancia del pensamiento positivo. Los que tienen autoestima no hablan de fracasos; en cambio, intentan descubrir por qué no tuvieron éxito. Buscan lecciones que se puedan aprender de su experiencia. Este no es un simple problema de semántica. Es el poder del pensamiento positivo, y está disponible solo para aquellos que tienen autoestima. 

  

Una vez más, es la autoestima la que nos da la confianza para ingresar a un nuevo grupo y formar parte de él. Los que carecen de autoestima son muy reacios a acercarse a un nuevo grupo. No quieren exponerse al ridículo de ser vistos como tímidos, nerviosos o ignorantes. En cambio, preferirían quedarse en sus rincones. 

 

De hecho, la falta de autoestima se destaca como un dolor de pulgar en fiestas, reuniones, conferencias y funciones sociales u oficiales. Las personas con baja autoestima evitan presentarse a los demás. Prefieren permanecer en las sombras, lejos de la vista de los demás. Sin embargo, sus colegas que disfrutan de una alta autoestima dominan las discusiones. Otros los buscan para obtener información. También están invitados a otras reuniones y fiestas, todo porque su autoestima les da la confianza para abrirse ante un grupo de extraños. Es el mismo síndrome estudiantil que también se refleja en la vida laboral de un individuo. 

 

La baja autoestima también reduce la autoconfianza de un individuo. Toma licor o drogas para aumentar su confianza artificialmente. Nada puede ser más inútil o peligroso. Tal comportamiento destruye aún más la autoestima de un individuo. La mejor manera de salir de esta situación lamentable es desarrollar la autoestima, lo cual no es fácil. El individuo tiene pocas opciones, pero comenzar la vida de nuevo. Lo mejor es buscar un nuevo lugar de trabajo y un nuevo grupo de amigos, porque es fácil tratar con personas que no tienen nociones preconcebidas sobre usted. 

 

Pero nada funcionará hasta que el individuo desarrolle autoestima y la confianza en sí mismo de que es tan bueno como los demás. Debe darse cuenta de que no es el único que tiene puntos fuertes y débiles; los otros también sufren los mismos defectos. La única diferencia es que los demás proyectan sus puntos fuertes mientras que él proyecta sus puntos débiles. Todo lo que necesita es reenfocar sus prioridades. Encontrará la esquiva confianza en sí mismo.