¿Esperas que sucedan cosas buenas en tu vida?

La investigación ha demostrado que si esperamos que sucedan cosas buenas en nuestra vida, a menudo lo hacen. Sentirse positivo no es una fórmula mágica que garantice el bien, pero existe un vínculo directo entre nuestros sentimientos de expectativas positivas y la liberación de endorfinas en nuestro cerebro que actúan como analgésicos naturales. Estos a su vez nos ayudan a lidiar con el estrés y las dificultades y a pensar con la suficiente claridad como para poder crear posibles soluciones para ellos. 

 

Lo contrario ocurre cuando tenemos bajas expectativas de resultados positivos. Si pensamos negativamente sobre las cosas, se inhibe la liberación de estas mismas endorfinas. Tendemos a sentirnos más deprimidos y se hace difícil pensar en resultados positivos cuando la situación parece desesperada. Una vez que este ciclo continúe, necesitamos que suceda algo para cambiar la perspectiva y brindarnos un poco de optimismo para impulsar nuevamente el flujo de hormonas. 

 

La influencia de otras expectativas positivas de nuestro desempeño y de nosotros también influye en nuestras expectativas sobre nosotros mismos. Los maestros y los padres que tienen expectativas positivas sobre la capacidad de un estudiante para producir un estándar de trabajo específico que esté dentro de la capacidad del estudiante a menudo ven una mejora continua en su trabajo. Las bajas expectativas a menudo producen bajos resultados. 

 

Existen numerosos ejemplos de bajo rendimiento en nuestras escuelas. Esos mismos estudiantes, cuando cuentan con maestros dotados para ayudarlos a creer en sí mismos, a menudo pueden mejorar sus calificaciones y sobresalir. Esta misma actitud puede convertir un negocio en quiebra en una empresa rentable si los encargados de la planificación estratégica creen en los productos y servicios que comercializan a los clientes. 

 

Una persona motivada con altas expectativas de sí misma y que cree en lo que quiere lograr, buscará formas de alcanzar sus metas y sueños, y esto a su vez produce endorfinas que ayudan a mantener el enfoque incluso cuando hay barreras frente a ellos. Cada pequeño éxito aumenta las expectativas y resultados positivos. Una persona desmotivada está agobiada por la duda, corre el riesgo de centrarse en resultados y expectativas negativas y, a menudo, no puede ver los pequeños éxitos como escalones necesarios para alcanzar los más significativos. 

 

Si se encuentra en un estado de baja expectativa y pensamiento negativo, rodearse de personas positivas que puedan ayudarlo a concentrarse y creer en usted mismo y en lo que desea lograr con su vida. ¿Esperas buenos resultados en tu vida?