Cambiar tu autopercepción y sentirte bien contigo mismo
¿Cómo te sientes hoy? ¿Estás pensando que si pudieras perder peso te sentirías feliz o la vida sería perfecta? ¿Deseas tener suficiente dinero para comprar ese auto nuevo y atractivo que te hará la envidia de tus compañeros? Para muchos de nosotros, nuestra imagen corporal o nuestras posesiones ayudan a definir lo que pensamos de nosotros mismos. Vivimos en el futuro más que en el presente.
Cuando esta actitud de "la vida mejorará cuando algo suceda" afecta la forma en que vivimos, debemos desafiar esos pensamientos. A medida que aprendemos a amar y apreciar a la persona que somos ahora, descubriremos que nuestro enfoque no está en lo que podemos ser sino en lo que somos ahora. Esta es la perspectiva que queremos tener y necesitamos tener. Si no nos amamos ahora, potencialmente podemos seguir mirando lo que podría hacer el futuro para ayudarnos a mejorarnos. Necesitamos abrazar a la persona que somos ahora y ver que los recursos para mejorar o mejorar no se encuentran en cosas externas, sino que ya están dentro de nosotros.
A menos que queramos perder peso por nosotros mismos, nuestros intentos de pérdida de peso probablemente no tendrán éxito. Deberíamos abordar una promoción o un nuevo trabajo con la confianza en nosotros mismos que somos capaces de hacer el trabajo, en lugar de la importancia que sentimos nos da en la mente de los demás.
Podemos obstaculizar nuestro propio desarrollo y logros si tratamos de vivir en el futuro. Al abrazar las oportunidades que tenemos hoy y las personas que somos hoy, es más probable que logremos nuestros objetivos y ambiciones en el futuro. Nuestra autoestima no depende de lo que hacemos, pero a menos que aprendamos a disfrutar de la persona que somos y la apreciemos, es más probable que basemos nuestra autoestima y autoestima en nuestros logros.
El peligro de este enfoque es que si fallamos en nuestras expectativas, socava la forma en que pensamos acerca de nosotros mismos. Nuestra autoestima sigue siendo débil y generalmente sentimos menos incentivos para seguir intentando cosas nuevas. Si basamos nuestra autoestima en aceptarnos como somos hoy, cada logro puede celebrarse y podemos enfrentar los desafíos como experiencias de crecimiento.