Cuando paseamos a nuestro perro, sin importar el destino, en las calles de la ciudad, en los parques o en espacios abiertos, es esencial que respete las reglas disciplinarias establecidas y aprendidas antes, para evitar tener problemas con otros animales o personas que conocemos. 

Entonces, veamos cómo nuestro pequeño amigo tendrá que actuar en algunas situaciones: 

- Comúnmente, en lugares abarrotados lo mantendremos atado, para tenerlo siempre bajo control. Entonces tendrá que saber caminar con una correa, cerca de su pie, sin tirar. 

- Al perro no se le permite saltar sobre individuos o animales encontrados o atacar a ninguno de ellos, siempre que no sea atacado. 

- El perro no debe correr detrás de bicicletas, motocicletas, automóviles o personas que corren. Sepa que algunos perros hacen eso debido a sus instintos de caza. 

- Una vez que dejemos al perro libre, para que se relaje, es crucial que cuando lo llamen, vuelva por el camino más corto y lo más rápido posible. 

- Donde sea que esté nuestro perro, no se le debe permitir que consuma alimentos proporcionados por otra persona o alimentos que se encuentran arrojados. 

- Por lo general, los perros pequeños son más mimados que los perros grandes y son más agresivos, antisociales y temen a los demás o a los perros. Los culpables son los dueños que con frecuencia se divierten cuando ven a sus perros actuar de esta manera. 

- El perro debe tener el entrenamiento inicial aprendido y practicado, para que no tengamos problemas al pasearlo. 

- Durante todo el paseo, el perro no debe masticar su correa ni jalarla con los dientes, ya que puede suceder que esté atado en algún lugar solo y lo mastique hasta que se libere y se pierda. 

- Al perro no se le permite saltar y levantar sus patas delanteras sobre nosotros u otras personas, incluso si simplemente está jugando.