La autoaceptación es la clave para la transformación de la vida

A veces, en el curso de nuestras vidas, nos encontramos diciendo que sí a las cosas, lo que crea tensión en nosotros. Cuando pensamos en ellos, o en ellos, nos preguntamos por qué seguimos permitiéndonos tomar las mismas malas decisiones. Pensar en las decisiones que tomamos puede crear un ciclo de pensamiento negativo y resistir el impulso de decir que no puede seguir aumentando la tensión que estamos experimentando. 

 

El deseo de tener éxito es importante para la mayoría de nosotros. Queremos ser el mejor esposo o proveedor de nuestra familia, o el mejor en nuestro trabajo. Queremos hacer los mejores pasteles o ser la mejor madre o esposa. Nuestra autoestima a menudo depende de cómo pensamos que los demás piensan de nosotros. Nuestra lucha para lograr grandes cosas en nuestra vida es a menudo el resultado de un deseo de sentirnos aceptados por los demás como un medio para sentirnos aceptados. 

 

Incluso las personas más seguras de sí mismas tienen sus inseguridades sobre sí mismas. Las personas con rostros famosos a menudo recurren a estiramientos faciales y al uso intensivo de maquillaje para proteger su imagen pública. Ser inseguro no es un fracaso, sino parte de nuestra humanidad. Cuando esas inseguridades comienzan a conducir nuestras decisiones y nuestras elecciones, entonces corremos el riesgo de tomar malas decisiones y crear tensión interna y diálogo interno negativo. 

 

Para ayudar a desarrollar un fuerte sentido de autoaceptación, es importante preguntarnos sobre las intenciones que tenemos al tomar nuestras decisiones y cuáles son nuestras motivaciones para aceptarlo. A veces, las buenas decisiones que tomamos no son las mejores decisiones. En cambio, refuerzan el ciclo de tratar de encontrar la autoaceptación experimentando primero la aceptación de los demás. 

 

Hacer un inventario de nuestros propios sueños y fortalezas es esencial para romper este ciclo. Nuestro valor y valor no depende de quienes otros piensan que somos, sino de lo que pensamos de nosotros mismos. . A medida que nos ponemos en contacto y disfrutamos de la persona que somos, podemos tomar decisiones en la vida que contribuyen y mejoran nuestra autoimagen y, en el proceso, encontramos que otros nos aceptan. 

 

El ciclo se invierte cuando esto sucede. Cuando nos aceptamos, comenzamos a aprender a ser seguros de sí mismos y generosos en nuestra aceptación de los demás. Nos encontramos siendo naturalmente aceptados por otros por lo que somos y no por lo que hacemos.